martes, 30 de noviembre de 2010

Crecer: un estado meramente mental.

Hoy estaba pensando en lo agotado que me tiene este año y en el deseo de playa, sol y arena que mi cuerpo me pide. Es casi algo de suma importancia.
Pero también me puse a pensar en los aspectos psicológicos de esto y es verdad, es todo psicológico. Fíjense, todo esto de estar llegando a fin de año y querer vacaciones es algo que nos pasa a todos, porque toda la vida fue así. Toda la vida lo hicimos así, como si hubiese estado programada desde un principio. Desde que nacimos que la gran mayoría fuimos llevados por nuestros padres a la playa en época de verano, Diciembre, Enero, etc. Y yo creo que es normal que llegada esta época estemos pensando en irnos nuevamente, porque es algo que toda nuestra vida hicimos.
Este es un mero ejemplo. Lo que quiero decir es que los humanos vivimos la vida diagramada por un calendario que nos dice que el día tal es el 1ro. Del año, día tal el último. Otro día cumpliremos años y otro día celebraremos cierto acontecimiento patrio. Al crecer con este sistema nos hizo tener que seguir esta línea constantemente, día tras día… Pero todo está en nuestra cabeza.
Ahora imagínense que no existiera tal calendario, que no existiera el tiempo tal cual lo conocemos. Vayan y mírense al espejo… Serían físicamente la misma persona que son hoy. Porque en definitiva el cuerpo no entiende de fechas ni horarios, tan solo crece porque así está escrita en su ADN.
Miren a un perro sino, o a cualquier otro animal. Ellos si que no saben de tiempo, tan solo crecen sin pensar en el día en que van a morir. Y nosotros los vemos crecer, vemos los cambios que se generan en su cuerpo, los mismos que ocurren con los nuestros. La única diferencia es que nosotros tenemos histórica y científicamente insertado el concepto de calendario y tiempo que nos dice que al año comenzaremos a caminar porque nuestros huesos están aptos para sostenernos; que a los 5 años daremos por superada la 1er. Etapa en el complejo de Edipo; que a los 21 dejaremos de crecer porque desaparece la metáfisis (parte cartilaginosa que tienen los huesos en sus extremidades); o bien, según las legislaciones de cada país, que a los 18 años seremos considerados mayores de edad.
“No doy más, me quiero ir ya de vacaciones!!!”. ¿Qué significado tendría esta frase si en nuestra vida nunca hubiesen existido ni el calendario, ni el tiempo? Si nuestra mente no estuviera acostumbrada a todo esto, es decir, si no fuésemos maquinas programadas para pasar por este mundo ¿Estaríamos agotados “mentalmente” a esta altura del año?
Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario