viernes, 10 de diciembre de 2010

Si, es verdad que a veces me emociono mucho y escribo cada dos días (como en este caso), pero es que de verdad que últimamente me está gustando escribir y mucho. De todos modos siento que debo comenzar a dejar de hablar de cosas o situaciones “reales” – por así decirlo – de la vida, o quizás no, lo que pasa es que son situaciones que muchas veces me tocan vivir o que les ocurren a los demás y yo analizo. Creo que tengo una mente inquieta, la cual siempre se busca algo en que pensar.
Escribir es una ocupación en la que cada cual manotea lo que puede. Parece que todos nacemos equipados con un filtro en la base del cerebro, y todos los filtros son de distintas dimensiones y calibres. Es posible que lo que se atasca en mi filtro pase de largo por el de Uds. Y no se preocupen, es posible que lo que se atasca en el suyo pase de largo por el mío. Aparentemente todos tenemos la obligación innata de tamizar el sedimento que se atasca en nuestros respectivos filtros mentales, y por lo general lo que encontramos se transforma en algún tipo de actividad subsidiaria. Es posible que el contador también sea fotógrafo. Que el astrónomo coleccione monedas, etc. A menudo el sedimento depositado en el filtro mental, el material que se resiste a pasar de largo, se convierte en la obsesión particular de cada uno. Por acuerdo tácito, en la sociedad civilizada llamamos <<hobbies>> a nuestras obsesiones.
Como <<hobby>> es una palabra muy vulgar, también hemos adoptado el acuerdo tácito de llamar <<artes>> a nuestros hobbies profesionales.
Pintura. Escultura. Composición musical. Canto. Actuación dramática. Interpretación musical. Literatura. Sobre estos siete temas se han escrito suficientes libros como para llenar con sus cantidades una ciudad capital. Y en lo único en lo que al parecer nos ponemos de acuerdo respecto de ellos es en lo siguiente: quienes se dedican sinceramente a estas artes seguirían consagrándose a ellas aunque no les pagaran por sus esfuerzos.
Hoy en día mi <<arte>> es la música, no sé si algún llegaré a ser un profesional gracias a ella. Lo único que sé es que amo sentarme cada día a tocar la batería por un largo tiempo, sentado en ella, con unos palillos en una mesa o simplemente con mis dedos. Es algo que me llena de pasión.
Y más últimamente escribir es algo que me está gustando demasiado. Y mi filtro es esto: “La vida misma”; la que vivo a diario. Quizás más adelante comience a escribirles acerca de cuentos de hadas, o demonios embrujados, no lo sé. Pero ahora es lo que tengo para ofrecerles.
Saludos.

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