sábado, 16 de julio de 2011

Una extraña cosa, y ¡Que pronto se marchita! ¡Que pronto el humo sofoca la llama! La llama no es vuestra ni mía; es simplemente llama, clara y suficiente; no es personal ni impersonal; no es de ayer, ni de mañana. Tiene color vivificante y un perfume que nunca es el mismo. No puede poseerse, monopolizarse, ni retenerse en la mano. Si se sujeta, quema y destruye, y el humo invade nuestro ser y entonces ya no hay sitio para la llama...

... Amor.

Krishnamurti.

1 comentario: