viernes, 7 de enero de 2011

La niña y el auto.

Ella nunca manejo un auto como éste. De hecho, no estoy seguro de si alguna vez ha manejado un auto.
Creo que a lo largo de su vida, como todo niño, experimentó el placer de subirse por 1ra. Vez a un triciclo, a un par de patines e incluso a una bicicleta, pero ella sabe que manejar un auto no es como subirse a una bici y pedalear y pedalear.
Éste auto es muy importante para ella. De vez en cuando se sube, lo inspecciona... lo admira; es su pequeña pepita de oro.
Pero ella aún no quiere pisar el pedal. Le es difícil darse cuenta hasta donde hacerlo y hasta donde no; le cuesta mucho saber como actuar. Es entonces cuando se baja y lo deja ahí, porque sabe que si lo usa imprudentemente puede lastimarse gravemente y también puede lastimar al auto.
Por el momento ha decidido seguir montando su bicicleta. Ella sabe que con el auto puede llegar lejos, muy, muy lejos, pero aún tiene miedo de subirse y pisar el acelerador. Por eso sigue montando su bicicleta...
En cuanto al auto, el estará esperándola ahí... ¿A dónde más podría ir?, solo ella tiene la llave que enciende su corazón.

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